Hay una cosa que parece que muchos ingenieros y urbanistas parecen no comprender:
las glorietas gigantes no funcionan bien. Es un tema elemental de diámetro y velocidad:
a mayor diámetro de la glorieta,
mayor velocidad de los coches que circulan por el anillo, lo que se traduce en
mayor dificultad de encontrar hueco para los conductores que quieren acceder a la misma.
Desgraciadamente, cuando se superan los 80 m de diámetro, la prohibición de circular a más de 40 km/h en el anillo se convierte en una anécdota. Y eso, en condiciones de tráfico elevadas, conduce al atasco, aunque se esté lejos de alcanzar la capacidad de la glorieta.
Otro tema es
la cantidad de espacio que consumen, generalmente poco accesible o inaccesible.
Ejemplo de libro: las glorietas de las
salidas 16 y 17 de la A-1 hacia Alcobendas.
Son glorietas de
140 y 160 metros de diámetro interior respectivamente (la plaza de Las Ventas mide por fuera 120 m). En ellas, los coches circulan a 60 km/h, y claro, en hora punta, las posibilidades de acceder desde los ramales de entrada se ven muy reducidas.
Las colas llegan cada mañana y cada tarde hasta el tronco de la A-1, trasladando el atasco a la autovía.
He comentado el hecho con responsables del Ministerio de Fomento y les he aconsejado, en aras de mejorar la fluidez del tráfico,
implantar elementos reductores de velocidad (bandas sonoras, badenes...) en el anillo antes de las entradas. Parece ser que
su normativa no lo permite (sólo pueden ponerlos en travesías). Mientras tanto, los atascos se repiten cada mañana.
Y sí, aunque suene raro, he dicho
implantar reductores de velocidad para mejorar la fluidez del tráfico.
Pero si pensáis que estas glorietas son grandes, no os perdáis las siguientes.
San Chinarro (Madrid):
175 metros de diámetro interior.
Sabadell (Barcelona): 220 metros de diámetro interior.
Polígono Industrial de Escúzar (Granada): 240 metros de diámetro interior. En lo que parece ser un polígono industrial más abortado por la crisis.
Santa Marta de Tormes (Salamanca): 270 metros de diámetro interior.
Curiosamente, en esta glorieta situada en el final de la A-50, Ávila-Salamanca, dependiente del Ministerio de Fomento, sí se han colocado elementos reductores de velocidad (ver siguiente imagen), aunque me dicen que no para evitar atascos, que no debe haberlos en esta glorieta, sino para mejorar la seguridad ya que la velocidad excesiva de los vehículos que circulan por el anillo provocaba accidentes muy serios.
Y para terminar, lo que algunos consideran la madre de todas las glorietas, situada en Putrajaya (Malasia). Con forma elíptica, de semiejes de 800 y 1.200 metros, realmente no es un glorieta, aunque las entradas están reguladas por ceda el paso, pero no podía pasar la oportunidad de incluirla en esta entrada.