Se va acabando agosto y, con él, las entradas referentes a curiosidades. A partir de septiembre volvemos con la crítica.
Hoy os traigo un ejemplo de reciclaje urbano de la ciudad de Salamanca.
Se trata de cómo reutilizar uno de esos trastos, ahora casi inútiles, que te encuentras repartidos por todas las ciudades españolas: las cabinas de teléfono.
Foto: Jorge Iglesias
En este caso se ha convertido en un punto de intercambio de libros, al estilo de las bibliotecas colaborativas: coge un libro y deja otro.
La idea me encanta y espero que la respeten los gamberros y los amigos de lo ajeno.
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