En el primer caso vemos como alguno no tiene pudor de ejecutar la nueva calle sin haber desviado previamente el tendido eléctrico.

Los hay a decenas, abarcando distintas ubicaciones relativas en la calzada. Por ejemplo este de O Porriño (Pontevedra) que inutiliza un carril y deja libre el otro.

Foto: M. Moralejo
Este en Getafe (Madrid), a modo de elemento separador de carriles. Alguno pensará que así la calle se convierte en avenida.

Foto: Carmen Lominchar
Este en Torrelavega (Cantabria), cerquita de la acera. Ojo a la marca vial amarilla que prohíbe aparcar por si alguno le echa maña y mete el coche entre el poste y el bordillo.

Este en Paderne (Coruña), bien cerquita de la curva para darle más emoción

Foto: Alberto Valín
O este en Benicasim (Castellón), que afecta a parte de un carril. Eso sí, como elemento reductor de la velocidad no tiene precio

Pero si pensáis que la calzada es el único lugar donde los ingenieros fumados colocan o dejan postes, os conmino a la próxima entrada sobre el tema, donde veremos que la capacidad para el depositarte de algunos técnicos parece no tener límite.
eso suele ser culpa de todos y en especial de los ayuntamientos y permisos. Luego cobran dos veces las tasas. No siempre son ingenieros que se han fumado cosas raras
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